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Miercoles de Ceniza.

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Puerta de la Cuaresma

 la Iglesia Católica celebra hoy el Miércoles de Ceniza, con lo que iniciará de manera oficial la Cuaresma 2009, como un tiempo de preparación espiritual para la gran fiesta de la Pascua, que es la celebración más importante del Año Litúrgico porque es la memoria del misterio mismo de nuestra redención.

 

¿Sabes lo que significa la ceniza?

 

En el pueblo Hebreo quienes se sentían muy tristes se rasgaban la ropa y se cubrían de ceniza para significar dolor. Te preguntarás: y nosotros, ¿por qué estamos tristes? La respuesta es muy sencilla: porque hemos ofendido a Dios con nuestros pecados.

 

Recibir la ceniza es importante

 

Significa que nos arrepentimos de haber pecado; que le pedimos perdón a Dios y que nos comprometemos a cambiar de vida.

 

Reconciliación con Dios

 

Recibir la ceniza es también un singo de conversión. Si te sientes lejos de Dios, regresa a Él que te está esperando como un buen amigo. Es tiempo de poner paz en tu vida: confiésate y acércate a comulgar. Si te falta recibir un sacramento, pídelo a tu Parroquia y prepárate para recibirlo.

 

Signos y ritos

 

Los cristianos tenemos en la liturgia signos y ritos que nos recuerdan nuestras limitaciones, caídas, errores y pecados. Entre estos últimos, tenemos la ceniza, la ausencia de flores y cantos alegres, el color morado de los ornamentos:

 

La ceniza. Nos recuerda la caducidad del hombre; por eso al imponernos la ceniza se nos dice: “Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver”; también es un símbolo del arrepentimiento y de ahí esa otra frase que dice: “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”, que nos invita a iniciar un período de mortificación y de penitencia.

 

El color morado. Es símbolo de penitencia, conversión, cambio y renovación. Con este color se nos invita a entrar en un clima de oración, ayuno y penitencia. Durante los 40 días que dura la Cuaresma, la Iglesia utiliza el color morado en sus celebraciones, excepto en la festividad de San José el 19 de marzo, y de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, el 25 de marzo.

 

Supresión de cantos y flores. La omisión del himno del Gloria que alaba y glorifica a Dios, nos debe llevar a la reflexión para vivir estos momentos con más recogimiento. De igual forma, se sustituye el “Aleluya”, que significa “Alabar al Señor”, por el “Honor y gloria a ti, Señor Jesús”. La austeridad se manifiesta también en la supresión de las flores y de la música instrumental festiva. Esta sobriedad nos debe preparar para vivir con alegría, con gozo y júbilo la Pascua, la gran fiesta de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Recordemos que las normas litúrgicas nos ayudan a vivir plenamente lo que creemos y ponerlo de manifiesto por medio de nuestra vida cotidiana.

 

 CUARESMA

 

La cuaresma es un tiempo dentro del año litúrgico, que inicia el miércoles de ceniza y termina el sábado santo (sábado de gloria) con la misa solemne de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Cuaresma viene del latín que significa cuarentena o cuarenta. La celebración de la cuaresma dura por tanto cuarenta días. Este número bíblicamente simboliza retiro, preparación, reflexión, conversión, arrepentimiento. Recordemos por ejemplo Jesús antes de iniciar su vida pública, después de su bautismo por parte de Juan Bautista, es conducido al desierto durante cuarenta días, donde vive ayunando y preparándose para su ministerio; Moisés pasó cuarenta años en el desierto guiando al Pueblo de Israel para llevarlo a la tierra prometida; el diluvio duró cuarenta días; etc.

 

A lo largo de toda la cuaresma los fieles católicos estamos llamados a reforzar nuestra Fe mediante algunos actos de penitencia y reflexión: como son la práctica del sacramento de la reconciliación (confesión), el ayuno y la abstinencia. Recordar que la cuaresma no es un período triste, sino más bien de reflexión y conversión. Es por excelencia el tiempo del cambio de vida, de actitudes.

 

El ayuno consiste en no comer nada o algo muy pequeño por la mañana, a la hora de la comida comer normalmente y por la noche tomar algo ligero. La abstinencia consiste en no comer carne todos los viernes de cuaresma y el miércoles de ceniza.

 

La abstinencia también puede ser vivida de otras maneras por ejemplo abstenerme durante la cuaresma de tomar refrescos, dulces, bebidas embriagantes, no fumar o hacer obras de misericordia. Es una manera de sacrificar aquello que me gusta hacer y ofrecerla como sacrificio, de la misma manera que nuestro Señor se sacrificó por cada uno de nosotros en la cruz.

 

La cuaresma

meditemos desde ahora,tratemos de ser más coherentes en nuestro tesimonio de vida cristiana, pero
eso si, siempre alegres y confiadas de que Él  siempre está a nuestro lado.

                 Recetas al alcance de todos. Y con el tiempo suficiente
para proveer todo lo necesario como debe prepararse un buen menú:

                 1. TENER A LA MANO:
                 Abrelatas, para abrir corazón endurecido.
                 Cuchillo, para cortar vicios.
                 Destapador, para destapar lo atorado en las relaciones familiares.
                 Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
                 Mandil, para estar siempre dispuestos a servir a los

demás.
                 2. ABSTENERSE:
                 Abstenerse de comer prójimo (chismes, murmuraciones ycalumnias).
                 Bajarle al condimento de desquites.
                 Evitar consumir altas grasas de egoísmo.
                 No tomar vinagre, que pone de mal genio.
                 Lavar bien el corazón para que no se infecte de la cólera.
                 Evitar el consumo excesivo de picantes para no enchilarse

y decir maldiciones.
                 Evitar el camarón, porque adormece la conciencia, y
“camarón que se duerme, se lo lleva  la corriente”.
                 No tomar postres helados que congelen el afecto.
                 Evitar comer pan de muertos -de envidia-, para que luego
no te digan “que
                 con su pan se lo coma”.
                 3. MENÚ RECOMENDADO:
                 Como platillo fuerte: exquisita caridad para con el
prójimo.
                 Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
                 Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
                 Pan abundante para compartir con el hambriento.
                 Vino de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
                 Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y
amigos.
                 Sopa de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
                 Pan bendito para los afligidos, ya que “las penas con pan
son menos”.
                 DE POSTRE SE RECOMIENDA:
                 Perita en dulce, para ser buena persona.
                 Yogurt de guayaba para repetir… para repetir gestos de
perdón.
                 Naranja dulce y limón partido “dame un abrazo que yo te
pido”(abrazar a los
                 seres queridos, y darles besitos -de verdad, no de
chocolate).
                 Y no olvides:
                 “DONDE COME UNO, COMEN DOS” Y “ÉCHALE SIEMPRE MÁS AGUA A
LOS FRIJOLES”.

                 Comparte tu vida con los otros.  Finalmente, el Chef
celestial recomienda

sobre todo el alimento  espiritual:

                 “EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE, TIENE VIDA ETERNA”

 

 

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