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VIRTUD HEROICA

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El Vaticano Aprueba Decreto de ‘Virtud Heroica’

?La visión del Padre McGivney sigue siendo tan pertinente como siempre en las circunstancias cambiadas de la Iglesia y la sociedad de hoy?.

JUAN PABLO II

El sábado recién pasado el Papa Benedictor XVI aprobó un decreto reconociendo la virtud heroica del Padre Michael J. McGivney, fundador de Caballeros de Colón. La declaración del Papa avanza de una manera muy significativa el proceso de santidad del sacerdote y le otorga al párroco la distinción de ?Venerable Siervo de Dios?. Si es canonizado, el Padre McGivney se convertiría en el primer sacerdote nacido en los Estados Unidos a quién se le ha otorgado este honor.

?Todos nosotros que somos miembros de Caballeros de Colón estamos profundamente agradecidos por el reconocimiento que Su Santidad le ha otorgado a nuestro fundador,? dijo el Caballero Supremo, Carl Anderson. ?La entereza de Caballeros de Colón hoy en día es testimonio de su visión eterna , su santidad y sus ideales.?

Preocupado por la fe religiosa y la estabilidad económica de las familias inmigrantes, el Padre McGivney fundó Caballeros de Colón en 1882 con la ayuda de varios feligreses de la Parroquia St. Mary en New Haven para así fortalecer la fe de los hombres de esta parroquia y poder proporcionarles ayuda económica a las viudas y a los huérfanos en caso de muerte. Fue también muy conocido por el trabajo incansable que llevó a cabo entre sus feligreses.

Nació en Waterbury, Connecticut el 12 de agosto de 1852, Michael Joseph McGivney, fue el primer hijo de 12 hijos de Patrick and Mary (Lynch) Mcgivney, seis de los cuáles murieron en su infancia o a una edad muy temprana. Sus padres, oriundos de Irlanda, vinieron a los Estados Unidos en el siglo XIX, Patrick trabajaba como moldeador en una fábrica metalurgica en donde Michael tambien trabajó por un poco tiempo cuando era niño para ayudar a mantener a su familia.

Desde una edad muy temprana, escuchó el llamado al sacerdocio Católico. Después de estudiar en varios seminarios, fue ordenado sacerdote por el Cardenal James Gibbons en la histórica Catedral de Baltimore el 22 de diciembre de 1877.

Su primera misión fue ser coadjutor de la Iglesia St. Mary en New Haven, Connecticut, el 2 de enero de 1878. Posteriormente, en 1884, el Padre McGivney fue nombrado párroco de la Iglesia St. Thomas en Thomaston, Connecticut. En enero de 1890 se enfermo seriamente con neumonía y falleció el 14 de agosto de 1890 at la edad de 38 años.

La causa, o el proceso, por la santidad del Padre McGivney fue iniciada por el Arzobispo de Hartford, Daniel A. Cronin, en diciembre de 1977. La causa se presentó al Vaticano en el año 2000 en donde ha estado siendo examinada por la Congregación de las Causas de los Santos. Con el reciente decreto del Papa y la autenticación de un milagro debido a la intercesión del Padre McGivney, el sacerdote podría ser beatificado.

Caballeros de Colón, que todavía mantiene su sede en New Haven, es la organización Católica fraternal más grande del mundo, cuenta con más de 1.7 millones de miembros en los Estados Unidos, Canadá, México, América Central, las islas del Caribe, las Filipinas, Guam, y más recientemente Polonia.

El Cardenal Bertone apoya la causa del Padre McGivney en Roma
De acuerdo al Padre Gabriel B. O’Donnell, O.P.

El Padre Gabriel B. O’Donnell

Estoy ansioso de comunicarles las buenas nuevas respecto a la causa de canonización del Siervo de Dios, el Padre Michael J. McGivney.

Los Caballeros de Colón celebraron su 125 Convención Anual Internacional, del 7 al 9 de agosto en Nashville, Tennessee.

El invitado de honor fue el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano y colaborador muy cercano del Papa Benedicto XVI.

Durante su homilía de la Misa de Apertura de la convención, el Cardenal Bertone habló que reconoce que la causa del Padre McGivney tiene un importante significado pastoral para la Iglesia de Norteamérica y para los Caballeros de Colón de todo el mundo. El cardenal expresó su intención de apoyar la causa en Roma, donde está abajo la revisión de la Congregación para las Causas de Santos.

El Cardenal Bertone ha comprendido los alcances que tendrá la beatificación del Padre McGivney para el mundo católico angloparlante y para los Caballeros de Colón y sus familias.

Tener semejante apoyo de un miembro de la alta jerárquica de la Curia Romana debe estimular la esperanza y el ánimo de todos los amigos espirituales y seguidores del Padre McGivney. Es un en Pro del Padre McGivney recen con renovado fervor y urgencia para que la beatificación del Padre McGivney pronto sea una realidad. Esto debe ser una confirmación para todos los Caballeros de Colón y sus familias de la fortaleza de la Orden y de su notable éxito en ayudar a los católicos a ser líderes dinámicos y cristianos más auténticos.

La beatifi cación del Padre McGivney también afirmará el llamado a la santidad de todos los que están viviendo las demandas de su propia vocación.

Para los sacerdotes y los que aspiran al sacerdocio, el Padre McGivney ha llegado a ser un reto profético. Su vida demuestra que uno puede tener una relación vital con Jesucristo mientras desempeña pesadas obligaciones pastorales.

Poniendo de una manera simple, ?un sacerdote de parroquia puede ser un santo?. El testimonio de la vida del Padre McGivney reta a todos los sacerdotes y seminaristas a mantener prioridades claras, mientras enfrentan una disminución en número y un cierto deterioro de la moral. Su beatificación traerá todo esto a la superficie.

La causa del Padre McGivney está en un momento importante. El proceso, tal como fue trazado por las normas de la Iglesia, se ha completado. Hemos presentado a la Santa Sede el positio de la vida y virtudes y el positio de un milagro reportado.

Mientras esperamos el dictamen de la Congregación, es confortador que el Secretario de Estado del Vaticano haya reconocido el impacto que esta causa tendrá en la vida de la Iglesia.

El Padre Michael J. McGivney era un sacerdote recién ordenado cuando fundó a los Caballeros de Colón, durante su período como párroco de la Iglesia de Santa María en New Haven, Connecticut.

Mientras los jóvenes católicos ?progresistas? de la ciudad tomaron sus ideas con entusiasmo, sus compañeros sacerdotes fueron más cautelosos, algunos hasta en clara oposición.

¿Cómo podía atreverse un inexperto sacerdote de parroquia a llevar adelante un plan que dirigiría a los jóvenes a llegar a ser firmes líderes en la familia y en la sociedad, con lo cual nutriría en ellos la vida de la santidad cristiana?

¡Menuda tarea!, y algunos de sus contemporáneos dudaron que el joven Padre McGivney fuera tan inteligente o emprendedor.

La historia les ha demostrado que estaban equivocados en ambas términos. Él fue un hombre que poseyó excepcional discernimiento e imaginación, así como también una cautivadora forma de tratar con hombres y mujeres de todas las condiciones sociales.

El Padre McGivney ?fue un hombre con el don de gentes?. Se identificaba tanto con los obreros y sus familias como con los miembros ricos e influyentes de la ciudad. En el último año de su vida, cuando estaba agonizando en su parroquia de Thomaston, Connecticut, en 1890, el Padre McGivney se dio cuenta que la fraternidad que había fundado tenía un gran éxito y crecía más allá de las fronteras de Connecticut.

Había establecido principios que se sostendrían sin importar el crecimiento y la expansión de la Orden; había instruido cuidadosamente a esos primeros miembros con celo y entusiasmo.

La clave para entender la visión del Padre McGivney se encuentra en el profundo discernimiento de la naturaleza humana que fluyó de su propia vida, una naturaleza que fue reflexiva y espiritual.

Su clara comprensión de lo que significa ser hombre y su relación personal con Jesucristo fueron la piedra angular de su importante obra.

Se invita a todos los miembros del Grupo a unirse en oración para que Dios eleve al Padre McGivney a los honores de los altares.

El Padre Dominico Gabriel B. O’Donnell es el postulador de la causa de canonización del Padre Michael J. McGivney.

Oración para la Canonización del Padre McGivney

Dios nuestro Señor, protector del pobre y defensor de las viudas y el huérfano, tú llamaste a tu sacerdote, el Padre Michael J. McGivney a ser un apóstol de la vida familiar Cristiana y a dirigir a los jóvenes al generoso servicio de sus vecinos. Por medio del ejemplo de su vida y virtud, que podamos seguir a tu Hijo, Jesucristo, más estrechamente, cumpliendo tu mandamiento de caridad y haciendo crecer su Cuerpo que es la Iglesia. Que la inspiración de tu siervo nos lleve a una mayor confianza en tu amor para que podamos continuar su trabajo de cuidar del necesitado y el paria. Humildemente te pedimos que glorifiques a tu siervo, el Padre Michael J. McGivney en la tierra de acuerdo a los designios de tu santa voluntad. Por su intercesión, otorga el favor que yo pido (haga su petición aquí). Por Cristo nuestro Señor. Amén. Padre Nuestro, Ave María, Gloria del Padre

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