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El tradicional rito de los Voladores de Papantla fue ser declarado en 2008 Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la UNESCO,.
Los Voladores de Papantla es una de las expresiones autóctonas más impresionantes que existen en el mundo, y uno de los símbolos más importantes de México.
Papantla se localiza en la región al norte del estado de Veracruz, a 270 kilómetros de su capital. La región se encuentra entre los ríos Cazones y Tecolutla, la cuál es rica en verdes colinas y paisajes maravillosos.
Los Voladores de Papantla son una tradición totonaca, en la que participan cinco personas, cuatro voladores y un sacerdote, quien viste de rojo y blanco representando el Sol y porta también una capa multicolor, como símbolo del arco iris.
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Al inicio del ritual, los cinco personajes ascienden a un poste de 25 metros de altura, que tiene en la punta una base de 25 centímetros de diámetro, sobre la que canta y toca un flautín y un tambor el sacerdote, y un marco de madera que gira y del que descienden los “hombres-pájaro” .
De acuerdo con la simbología del ritual, el poste representa la conexión entre la Tierra y los cielos, y se le enredan cuatro cuerdas que representan el cordón umbilical y los cuatro puntos cardinales.
Los cuatro voladores ascienden primero y se sientan en el marco de madera colocado en lo más alto del poste y se amarran por la cintura con cada una de las cuerdas; después el sacerdote asciende también hasta la base colocada en la punta del poste.
En ese momento el chamán inicia su danza y música, mientras los hombres-pájaro se desprenden del marco e inician su vuelo de descenso del poste, dando 13 vueltas, que multiplicadas por cuatro da un total de 52, número de años en el que según los calendarios prehispánicos culminaba un ciclo solar.
Fotografias: Julio Pineda Santana