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en el Teatro Wilberto Cantón
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Fotos © Angel Hugo Pineda/Enkidu
Estos comerciales no dejarán de estar presentes a lo largo de este documental-función-de-cine-de-los-sesentas o, si eres más afecto a los anglicismos, un verdadero reality check sobre la función política y los políticos mexicanos.
Desde el inicio, las cartas se ponen sobre la mesa, y se advierte y amenaza contra el tener encendidos celulares y radiolocalizadores. Se notifica, además, a los miembros de la Sociedad Protectora de Políticos que nadie será dañado como resultado del encuentro.
Aparece entonces la madre típica mexicana (Maru Dueñas). Haciendo las labores propias de su género (es ironía, que conste) y con su sirvienta “Juanita Pueblo” (Dalia Rodríguez). Ambas conversan y hacen referencia a Felipillo, El Magnífico, el nuevo galán en ciernes de la Pueblo, mientras la Señora, madre de Pejeman, recuerda que “el tal Vicente ese… Ni al rancho secreto te invitó.” Luego hay una escena breve entre la mamá y Pejeman (Carlos Pascual), un superhéroe a la mexicana, en usanza de luchador, quien es regañado por su madre al traer la máscara y la "P" en la frente, sucias.
La ironía, la chanza, el doble sentido, todo lo mexicano es utilizado en este espectáculo de luchas y zombies, que Don Rafael Inclán definió, en conversación con todo el equipo de Buenas Noches México, como “Teatro-Cabaret”. Ejemplos de lo anterior se dan a lo largo de toda la obra, como cuando la madre de Pejeman se queja de que todas las “gatas lagartonas” quieren estar con su hijito, y ella, hace el comentario, dirigido a la Pueblo: “desde chiquito le gustó gatear.”
Pedro Kóminik, hace gala de histrionismo y desenvolvimiento escénico en su papel de Felipillo, el Magnifico este personaje, introduce en la trama el “Propulsor metabólico consubtancial”, mismo que “elimina todas las funciones de raciocinio” y que tememos en el Equipo de Buenas Noches México, que ha sido utilizado en la vida real por "los malosos", aunque esa es otra historia. La amenaza acecha. Un vampiro aterrador (Rafael Inclán) quiere apoderarse del “Robador de Cerebros”. La madre muere y Pejeman deberá investigar y dar salida a su venganza.
Tras los primeros comerciales, contra la inseguridad y de los candidatos, Juanita Pueblo tiene que cambiarse de vestido porque Felipillo, El Magnífico, la llevará al baile. Entonces llega el Comandante Cuerno de Chivo (Rafael Inclán), investigador reconocido proveniente de allende las fronteras, para comprobar que la madre muerta está muerta y que los presentes están ahí.
La pareja celebra su compromiso. El lugar: la Cueva de Beatriz Paredes (Carlos Pascual), quien se ha vuelto cantautora. Una canción que a todos llama la atención dice: “Si tu quieres progresar, a un partido has de ingresar… Donde quiera que tú estés, registrate en un padrón.”
Intermedio Ahora el escenario es el Averno, donde " el hijo del mismo prepara su macabro plan ". Sin mencionar partido alguno, el Hijo del Averno se lamenta (sic) de que luego de 70 años, "de pronto llega un populista… y viene a ponerme en tela de juicio". Y con todo, la Maestra Venenosa (Pascual) deberá ser recibida en los más profundos escondrijos de Lucifer, pues lleva a presentarle a su hijo recién nacido (hijo de ambos, que conste). La letra de la canción con que se presenta la maestra asegura: "Maestra venenosa, valiente y poderosa, que atraes a los maestros… Pero nadie sabe… que yo soy la maestra venenosa…. " No todo está perdido, llega Felipillo al rescate, "la reencarnación de Raúl Velazco… Es Felipe Calvorón…" se mofa el diablo antes de aplicarle el Propulsor metabólico consubtancial. Comerciales
Pejeman había perdido su rumbo, pero con ayuda de su pejemóvil (y de la aparición beatífica de su madre), el súperhéroe retoma el camino a su destino y logra llegar a las entrañas del Imperio del Mal… Felipillo ha sido descerebrado, mientras que las terribles Monjas Vampiro le invitan a pecar, ante lo cual tendrá dos opciones: la excomunión o "limosnas has de dar". Aquí somos testigos de la agilidad del guión, donde el dime y el direte, que engarzan a la perfección Inclán y Pascual, reflexionan sobre las razones de la "P" en la frente de Pejeman. Esto va algo así como: "Pejeman, Poderoso, Presidente ", "Populista, paranoico y pendejo ", "Primero, probo y puntual ", "Ponce, Padierna y Sotamontes" (Sosamontes por ser un hijo de puta -afirman ellos y el guión-)…
Hay un combate "máscara contra cabellera" a dos tiempos y todo porque Pejeman ha decidido rescatar a Juanita Pueblo y a Felipe. El mexicanísimo súperhéroe deberá enfrentar a los "jobis con jeta" [zombies con zeta, N/Buenas Noches México, Enkidu] así como al "arma tetal". Se increpa esta alternancia, se cuestiona este derroche, se informa, como parte de la obra, que 13,000 millones de pesos son dedicados a la confrontación entre partidos, por medio de comerciales, anuncios y panfletos, mientras que 12,000 millones de pesos son destinados a combatir la inseguridad. "¿Para esto queremos la democracia?" Tras la Segunda Caída, el hechizo se ha ido… Y es cuando llega, "el SimilSocialismo" ("La misma mierda, nomás que más barata") con todo y uno de los muñecos inflables del conocido Dr. Simi. Al igual que los personajes, consideramos que "El Corazon Palpitante de Mexico… yo con México palpito" y también entonamos la canción: "La tienes muy chiquita: Me dijeron que cuentas por ahi que en la cama soy tan fria, que soy un tempano de hielo… La moral, que aleja del mal, la tienes chiquita… La ilusion, que da el corazon, la tienes chiquita… La verdad, la mera verdad, la tienes muy chiquita… Hay que en las cosas del amor, mi amor, sí, más grande es más mejor." Termina la obra con el uso de comerciales donde aparece el Sr. Presidente Vicente Fox: "Si no todo se arregla en quince minutos, ahí se lo dejo al que sigue".
Al finalizar la obra, los actores nos dieron unos minutos. Preguntamos a Don Rafael Inclán qué tan fácil o dificil fue convencerlo de participar en esta obra, a lo que respondió que él es muy fácil cuando se "conjunta el elenco" y se tiene un argumento sólido. "La idea es que el público sepa lo que sabemos. Las cosas publicadas. El autor, Carlos Pasual, hizo una película." E invitó a asistir porque "la gente no sabe que tú, como actor, vas madurando y vas mejorando en tus trabajos." Sobre la armonía en las actuaciones, refiere: "No hay mejor forma de agradar que disfrutar." Con toda amabilidad y pese a haber dado dos funciones, el reconocido actor mostró, una vez más, que el talento y el profesionalismo van de la mano con la formación cotidiana, con leer y mantenerse informado, con ser observador y crítico del entorno. Palabras firmes, conocimiento vivencial, experiencia que es transmutada al escenario y, tras bambalinas, muestran a un ser humano pleno. Le preguntamos a Carlos Pascual el porqué escribir esta obra: "Por la necesidad de decir las cosas. Lo que me aburre y lo que me divierte. Soy un fan de las películas del Santo, de luchas y del cine de Orol." Sobre la armonía en el desenvolvimiento actoral, comentó que es "fácil, porque ya hemos trabajado mucho juntos. Fue muy fácil armar el elenco. La ventaja es que yo escribo a partir del elenco".
Con Pejeman vs el Hijo del Averno, ha sido montado un "espectáculo absolutamente mexicano. Es kitch mexicano." Y responde a la interrogante "¿Quiénes somos como mexicanos? Como mexicanos somos estos. Es una obra muy surrealista, pero sin folklorismos." Finalmente, nos comentó que somos el primer medio de comunicación en presenciar su actuación como "Felipillo, el Magnífico". Nuestros parabienes. Las actrices nos hablaron del surrealismo mexicano, al tiempo que indicaron que el equilibrio en las actuaciones se debe, en alguna medida, a que son un grupo de amigos trabajando juntos. Ambas nos dijeron que es una fortuna trabajar con Don Rafael Inclán, pues además de que es el primero en llegar, siempre tiene palabras de aliento, consejos sobre la forma de hacer los chistes, y sugerencias que han enriquecido su desempeño actoral. Ellas nos comentaron que tienen que estar bien informadas, porque todos los días ocurren cosas y por ello se tiene que estar alertas, toda vez que, de manera cotidiana cambian los textos. Sobre los papeles, Juanita Pueblo, como siempre, es quien debe actuar, en las diferentes partes de la obra con "la misma inocencia", mientras que los otros papeles son muy bien definidos. Con actuaciones que llenan el escenario, haciendo gala y no derroche, de sus habilidades en el canto,el baile y la actuación, los cinco intérpretes desvelan los vericuetos del actuar político mexicano en una serie interminable de escenas chuscas, de juegos de palabras y del uso de vestuario y escenografía que nos remiten al México Nuestro del cine y de las funciones de cine, por televisión. Bajo un guión sólido, que va cambiando conforme los tiempos electorales, Pejemán vs el Hijo del Averno resulta una verdadera lección de civismo, una muestra de la historia contemporánea y de cómo l@s mexican@s podemos cuestionar, con humor e ironía, los tejemanejes de los servidores públicos.
. Fotos © Angel Hugo Pineda |
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