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Maximiliano de Habsburgo: Infancia y juventud


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El viernes 6 de julio de 1832, la Archiduquesa Sofía de Baviera, esposa del Archiduque Francisco Carlos, segundo hijo del Emperador Francisco I de Austria, dio a luz a su segundo hijo varón, Fernando Maximiliano José.


El viernes 6 de julio de 1832, la Archiduquesa Sofía de Baviera, esposa del Archiduque Francisco Carlos, segundo hijo del Emperador Francisco I de Austria, dio a luz a su segundo hijo varón, Fernando Maximiliano José.


En la habitación contingua a donde Maximiliano veía la luz por rimera vez, el Duque de Reichstadt yacía eb su lecho de muerte, muriendo de tuberculosis. Era el único hijo legítimo de Napoleón Bonaparte y se decía que era el padre de Maximiliano debido a la relaciópn ínitma que había mantenido con la Archiduquesa Sofía desde hacía varios meses, sin embargo no hay ninguna evidencia que testifique este rumor. Dieciseis días despues del nacimiento de Maximiliano, fallecía el Duque de Reichstadt.

Cuando tenía tres años, Maximiliano es descrito por su madre: "Con sus blancos pantalones largos y su blusa blanca suelta, Maxi revolotea a mi alrededor como una gran mariposa blanca". Desde muy pequeño demostró su naturaleza romántica; cuando tenía cinco años le pidió permiso a su madre de acompañar a su tío Ludwig a la "tierra en donde los naranjos florean". Le llevó varios minutos a Sofía entender lo que su hijo quería: quería salir a la terraza en donde crecían los naranjos en viveros.

Max era el más encantador de sus hermanos, pero tmabién el más travieso. Sofía escribío a su madre: "No te imaginas como cambia su cara cuando hace alguna rabieta. Su labio bajo y su quijada se juntan y sus ojos se desorbiutan de furia, de tal manera que lo hacen verse terrorífico, que no pensarías que se trata de la misma querida carita que conocemos" "Max es tan bueno y de gran corazón pero tan descuidado y peresozo que me preocupa que será de él en el futuro".

De niños, Maximiliano y su hermano mayor, Francisco José, estaba muy unidos. Ambos fueron puestos bajo el cuidado de un tutor francés, el Conde Heinrich Bombelles, quien recibió instrucciones de Sofía de prepararlos para objetivos imperiales.

Mientras que Francisco José era muy dedicado al estudio, Max era ocioso y carecía de dedicación, aunque tenía un especial talento para literatura e historia, especialmente de la historia familiar. Cuando tenía siete años decidió que deseaba tener un agaleríoa de retratos familiares, a lo que su abuela materna, la Reina Madre Carolina de Baviera correspo´dió enviándole un retrato gigante de su abuelo elo Rey Maximiliano I José de Baviera.

Max tuvo una salud delicada desde niño; enfermaba frecuentemente y cuando tenía ocho años sufrió un severo ataque de escarlatina por lo que tuvo que aislado por diez semanas, después de las cuales fue enviado a recuperarse a los Alpes bávaros con su abuela la Reina Carolina. Ahí deleitó a sus parientes Wittlesbach (la familia de su madre) y ellos lo deleitaron a él tabién. La Reina Carolina compartía su amor por los ani,ales y los pájaros, y su tío el Rey Luis I, frecuentemente le hacía regalos tales como alguna hermosa joya o alguna moneda rara.

Conforme los jóvenes príncipes crecían, Francisco José mostraba ser elmás bien parecido e inteligente de los dos y el mpás firme de carácter. Sin embargo era Maximiliano, con su gracia y simpatía, su constitución fina y delicada, su cabello dorado, sus ojos azules de irada franca, su barba rubia partida en dos y muy bien cuidada, y su gallardía principesca, quien atraía más a los vieneses. Ambos practicaban la equitación, pero era Maximiliano quien opacaba en esta actividad a su hermano, quien montaba sin dfemasiado gusto. En cambio Maximiliano, cuanto más de prisa y alocadamente corría, más le complacía. En sus memorias escribió: "El paso es la muerte, el trote la vida, el galope tendido la felicidad; yo no puedo ir despacio a caballo". No le bastaba galopar sobre la tierra, las alturas eran irresistibles para él: "Espero todavía cosas extraordinarias del vuelo, y si la hipótesis de los globos aerostáticos se convierte alguna vez en realidad, me dedicaré a volar, y encontraré en ello, con toda certeza, el mayor placer".

Francisco José era obediente, metódico y puntual, y sentía una particular pasión por el dibujo; era la personificación del deber; kle disgustaba la poesía, el sentimentalismo y el romanticismo y administraba escrupulosamente el dinero. En cambio Maximiliano se dejaba llevar por el corazón; podía ser un gran amigo y correspondía agradecido a la amistad que se le brindaba. Era de carácter noble, amaba la naturaleza, el amr , los animales, la buana mesa, la poesía y la música y gastaba el dinero sin moderación. Desde niño fue un coleccionista empedernido de conchas marinas, cuadros, plantas raras y conocimientos. Estudió botánica, el mundo marino y escribió las experiencias de sus viajes.

A pesar de ser tan distintos el uno del otro, ambos hermanos estaban muy unidos y se amaban, hasta que el destino covirtió al mayor de ellos, a los dieciocho años, en emperador de Austria. El amor fraternal no sobrevivió a aquel trance.

En 1848 una ola revolucionaria asoló Europa, y Austria no fe la excepción; el débil Emperador Fernado I, hermano del padre de Maximiliano, se vió obligado a abdicar y como no tenía hijos, el heredero fue su hermano Francisco Carlos. Pero éste no era tampoco apto para gobernar, y cedió sus derechos a su hijo mayor y el 1 de diciembre de 1848 Francisco José se covirtió en Emperador de Austria.

Ahora que su hermano era Emperador, Maximiliano se había convertido en heredero al trono. Soñador y con buenas intenciones, quería servir a Francisco José y ayudarlo, dirigir y estar en el centro delos acontecimientos. Frecuentemente traía consigo una tarjeta de cartón, en la cual había anotado las normas de conducta que debía seguir y eran las siguientes:

1) El espíritu domina el cuerpo y lo mantene dentro de los límites de la mesura y la moralidad
2) No mentir nunca, ni siquiera por necesidad o vanidad.
3) Ser afable con todo el mundo.
4) Justicia en todo y con todos.
5) No hablar mal del prójimo.
6) No responder irreflexivamente.
7) No blasfemar ni decir obscenidades.
8) No decir nada indecoroso aunque denote ingenio.
9) No tener supersticiones pues son el fruto del temor y la flaqueza.
10) No bromear con los subordinados no conversar con la servidumbre.
11) Dispensar finas atenciones y consideraciones a las personas que nos reodean.
12) Teniendo razón, usar energía férrea con todos.
13) No burlarse nunca de la autoridad ni de la religión.
14) No entusiasmarse, sino moderarse.
15) Oír a todos, confiar en pocos.
16) No dejarse arrastrar por la primera impresión.
17) No quejarse nunca, es un signo de debilidad.
18) Distribuir siempre el tiempo en muchas y regulares ocupaciones.
19) Al juzgar las faltas ajenas, pensar en las propias.
20) A cada paso, pensar en las consecuencias.
21) Buscar la soledad para pensar.
22) Take it cooly (Tomarlo fríamente)
23) A todo le llega su tiempo.
24) Nada dura eternamente.
25) Cállate cuando no tengas otra cosa mejor que hacer.
26) Dos horas de ejercicio diario.
27) Estando indispuesto, aislarse del mundo en absoluto.

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