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EL ZAREVICH


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Nacimiento
 
Alexis Nicolaevich Roamnov nació a la 1:15 p.m. del viernes 30 d ejulio de 1904 (Calendario juliano) o el 12 de agostod e 1904 (Calendario Gregoriano), en la ciudad de Peterhoff, Rusia. Era el quinto hijo y priemr avrón del zar Nicolás II Alexandrovch Romanov  y de la zarina Alejandra Feodorovna.
 
Alexis pesó al nacer 4,6 kg y medía 58 cm; su pelo era de color castaño claro, casi rubio, y sus ojos de color azul. Su título oficial de nacimiento fue "Soberano Heredero Zarevich y Gran Duque Alexis Nicolaevich" ("Gosudar Naslednik Tsesarevich i Veliky Knyaz Aleksei Nikolaevich" en ruso).
Sus padres alegres escribieron en sus diarios:
 
Nicolás: "30 de julio 1904, Peterhoff. Un gran e inolvidable día para nosotros, durante el cual nos visitó la gracia del Señor. A la 1:15 de la tarde Alix (Alejandra) dio a luz un varón, a quien llamamos Alexis mientras rezábamos. Todo sucedió remarcablemente rápido -por lo menos para mí. Por la mañana fue a visitar a Mamá como siempre, después fui a almorzar con Alix. Ella ya estaba arriba, y después de media hora este feliz evento ocurrió. ¡No tengo palabras suficientes para agradecer a Dios por darnos este consuelo en estos tiempos difíciles! Mi querida Alix se siente bien. Mamá llegó a las 2 en punto y antes de reunirse con su nuevo nieto, se sentó conmigo durante un largo tiempo. A las 5 llevé a las niñas añ Te Deum, con toda la familia presente. Escribí muchos telegramas. Misha vino del campamento, dijo que estaba ahora "de retiro". Cenamos en el dormitorio."
 
Alejandra: "30 julio 1904 -Peso 4660; estatura 58. Medida de la caneza 38; pecho 39. El Heredero Zarevich Alexis Nicolaevich nació el viernes 30 dw julio de 1904 a la 1:15 de la tarde."

Bautizo

 

Con una muestra deslumbrante de riqueza y poder, los Romanov celebraron el bautizo de Alejo en la Iglesia del Palacio de Invierno en San Petesburgo a las 11:00 a.m. el 11 de agosto de 1904 (23 de agosto). Sus padrinos fueron su abuela, madre de Nicolás, la empeatriz viuda María Feodorvna y su tío el Gran Duque Alejo Alexandrovich.

 

Otros de sus padrinos fueron su bisabuelo el rey Cristian IX de Dinamarca, el rey Eduardo VII de Gran Bretaña, el káiser Guillermo II de Alemania. Al no poder ellos atender la ceremonia, enviaron a sus representantes: el príncipe Cristian de Dinamarca (sobrino de María Feodorvna), el príncipe Luis de Battenberg y el príncipe Enrique de Prusia. Como Rusia estaba en guerra con Japón, Nicolás nombró padrinos a todos los soldados y oficiales del Ejército y Marina rusa.

 Del  Palacio salieron en carroza dorada hacia la iglesia. La Camarera Mayor, la Princesa Galitzine, portaba a Alejo sobre un cojín y a su aldo estaba su enfermera, por todo el camino varios regimientos vestidos de gala escoltaban la carroza. Luego en procesión ceremonial, la familia imperial, seguida por la corte, los duques, duquesas, embajadores y altos dignatarios, se dirigieron hacia donde el Arzobispo de San Petesburgo y varios sacerdotes los esperaban.

 Luego de la ceremonia de bautismo y con la misma ceremonia regresaron a Palacio en donde se preparó un banquete real.

 

Los primeros años
 
Alejo estaba bajo el cuidado de la enfermera jefe María Vechiakova quien cuidaba de él constantemente para evitar que tuviera algún accidente. Pese a estos cuidados, también estaba vigilado por muchos doctores, no se pudo evitar que Alejo tuviere algún que otro moratón en las piernas y brazos. Muchos de estos accidentes no causaban más que un breve momento de malestar y pronto Alejo estaba jugando y sonriendo. En otras ocasiones Alejo eprmanecía en cama hasta que la hemorragia pasara, de todas formas Alejo tenía que soportar dolores intensos y el proceso de recuperación incluía dieta para reforzar su salud y terapia física cuando perdía flexibilidad en alguna articulación. Muchas veces y debido a ceremonias muy importanets, us padres se vieron obligados a tener a Alejo cargado todo el tiempo por un miembro de la guardia real.
 
Este onstante cuidado hizo que Alejo se sintiera el centro de atención y, aunque era inteligente y sensible, su carácter se volvió un poco engreido, travieso y autoritario, aunque siempre conservó su alegría y sentido del humor. No ayudó el que se enterara de que su padre era el Zar de todas las Rusias por decisión divina. El día en que se enteró de todo esto y más, le cambió la mirada y pronto demandó que los visitantes cumpleiran con todos los protocolos que eran muchos, cuando se tratara de él. Alejo quería y admiraba a su padre y se podría decir que era al único a quien obedecía.
 

 
 
Al principio como era tradicional de auqella época vestía a Alejo como niña, de pies a cabeza. Sus alrgos rulos bajo una boina, uan blusa seguida por una falda plisada sobre enaguas, una malla, zapatos de charol y en días de frío un abrigo largo. Luego cambiaría a otra forma de vestir también tradicional del principio del siglo, de marinero con una gorra que llevaba la inscripción ?Standart?, una camiseta blanca con franjas transversales azules, un pantalón corto o largo dependiendo de la ocasión de color blanco o azul marino y zapatos negros.
 

A los cinco años se decidió que un niñero reemplazaría a María Vechniakova, se decidió por un marinero de nombre Andrev Derevenko y un asistente Klimenty Nagorni, quienes lograron reducir algo los caprichos o malacrianzas a las que Alejo estaba acostumbrado. Sus entrenamientos militares influyeron en las actividades y juegos de Alejo. Aprendió a mostrar más disciplina y a tener más afecto al uniforme que usaba, estos marineros estaban convirtiendo al joven Alejo en un pequeño hombrecito. No sólo hicieron el papel de niñeros si no también de enfermeros, siempre atentos a sus necesidades especialmente cuando sufría de hemorragia. El mundo de Alejo también creció gracias a Derevenko y Nagorni, poco a poco se le permitió salir a los jardines del palacio, pasear en bote, y jugar con los hijos de soldados y marineros. Derevenko supervisaba estos juegos y los modificaba para asegurarse que el zarevich no sufriera accidente alguno, colocaba paja o cojines para amortiguar su caída, y si se daba el caso, no le permitía participar en ciertas actividades por el riesgo que tenía

 

Alejo disfrutaba mucho los momentos cuando tenía otros niños de su edad para jugar, por lo que se le pidió a su doctor, Vladimir Derevenko, que cada vez que pudiera trajera a Kolya para que hiciera compañía a Alejo. Alejo y Kolya se convirtieron en buenos amigos y compartieron juntos muchos momentos. También se les invitaba a los niños de las escuelas militares  a jugar en palacio con Alejo y aunque él participaba en la mayoría de los juegos, hubo algunos en las que se vio obligado a observar solamente, pero en las que sí pudo lo hizo con excelencia y demandaba lo mismo de todos los otros participantes

Pese a todos los cuidados de Derevenko y Nagorni, Alejo tenía sus accidentes y su vida se paralizaba completamente. Alejo lloraba, y hasta gritaba y los quejidos se escuchaban a través de las paredes y corredores del palacio. Derevenko pacientemente atendía a Alejo en todo lo que necesitara, colocaba almohadones debajo de las piernas, acomodaba a Alejo en otras posiciones con tal de aliviar el sufrimiento por el cual pasaba. Poco a poco Alejo se calmaba y su recuperación tomaría varios días hasta que finalmente lograba levantarse y caminar y la vida en palacio regresaba a la vida normal y Alejo regresaba a su alegría y vitalidad. Alejandra una vez que veía a su hijo recuperarse, rezaba y agradecía inmensamente a Dios y todos los santos especialmente a San Serafín
 

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