Inolvidable la celebración del Día V 2006 con Los monólogos de la vagina 5/12/2006

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Mágica.
Así simple, pero contundente y emotivamente, se puede definir la noche del pasado martes 9 de mayo, gracias a la inolvidable función de Los monólogos de la vagina durante la celebración del Día V 2006, que tuvo como marco el teatro 2 del Centro Cultural Telmex, que se cimbró ante el grito de más de mil 200 personas que comandadas por Eve Ensler exigieron “Ni una más”.
Sí, “ni una más” en relación a las muertas de Ciudad Juárez; ni una víctima más, como las más de 400 mujeres, que a lo largo de una década han sido blanco de ataques, violaciones y asesinatos, ante la poca atención de las autoridades.
Fue por ellas, en su memoria y en apoyo a sus familias desamparadas o dolidas que se realizó esta función a beneficio, cuyos fondos llegarán a cuatro agrupaciones que pugnan para que se haga justicia y para que mejoren las condiciones de vida de las mujeres y las niñas de esa zona fronteriza.
La magia comenzó a gestarse desde un día antes, la noche del lunes 8 de mayo, durante la conferencia de prensa que ofreció, apenas llegada a la ciudad de México, la autora de Los monólogos de la vagina, Eve Ensler, en compañía de Jane Fonda y Salma Hayek, actrices invitadas para la ocasión.
Cientos de periodistas, entre reporteros, camarógrafos y fotógrafos, abarrotaron el teatro del hotel NH, lugar donde se presenta actualmente Los monólogos de la vagina.
Fue el productor Morris Gilbert el encargado de dar la bienvenida a las tres invitadas, que de manera clara y precisa explicaron la importancia de la celebración del Día V en nuestro país, y subrayaron la urgencia de detener la violencia en Ciudad Juárez.
Amables, pese al largo viaje que las trajo hasta el Distrito Federal, atendieron a las preguntas de los comunicadores que, impactados por el compromiso y la fuerza de las palabras de las invitadas, las interrumpieron en más de una ocasión con aplausos y vivas.
Y ese mismo entusiasmo se prolongó e incrementó durante las siguientes 24 horas; primero en los preparativos para tan especial ocasión, después durante los ensayos, y finalmente en la función, que inició cerca de las 20:30 horas.
Apenas se hizo el oscuro total en la sala tras la tercera llamada, cuando se escuchó la primera ovación de la noche.
Subió el telón y la ovación se prolongó al ver a las 21 actrices que sobre la escenografía especial de tres niveles, adaptada para la ocasión por Laura Rode, esperaban para dar lectura a los textos escritos por Eve Ensler a partir de más de 200 entrevistas hechas a mujeres de todo el mundo.
Fue la voz de Maxine Woodside la primera en escucharse en la sala; a ella se sumaron Laura Luz, Dominika Paleta y Stephanie Salas.
Lilia Aragón, Diana Bracho, Anabel Ochoa, Nuria Bages, Mónica Garza, Diana Lein, Irma Lozano, Joanydka Mariel, Irene Moreno, María Rebeca, Irasema Terrazas y Yolanda Ventura, completaron el reparto; un elenco imposible de reunir para una causa que no fuera tan importante, desinteresada y urgente como ésta.
Las carcajadas se alternaban con las ovaciones y las lágrimas. El público saltó de emoción en emoción con cada una de las historias, dirigidas por Jame Matarredona.
Había transcurrido poco más de media hora de la función cuando la luz se detuvo en el centro de la planta baja de la estructura de tres pisos.
Apenas se escuchó la primera frase en inglés pronunciada por Jane Fonda y estalló la ovación.
Fue la primera vez que la estrella estadunidense, una de las grandes Divas de Hollywood actuaba en la ciudad de México y el público la recibió como se lo merece.
Bastaron cinco minutos del monólogo Porque le gustaba verla, para que Jane mostrará que sus enormes dotes histriónicas no son exclusivas del cine, sino también lucen en el teatro.
Simpática, ocurrente, precisa, Jane lució en grande en éste su primer monólogo; mismo que luego fue actuado en español por Salma Hayek, quien también se llevó una ovación.
Transcurrió la función emocionando y divirtiendo a los espectadores, que impactados escucharon la historia de la musulmana violada en Bosnia, o la de la joven que es ‘salvada’ por una seducción inesperada de su vecina.
De voz de Mónica Garza y Diana Bracho se escucharon los datos periodísticos y estadísticos que dan cuenta de cifras alarmantes sobre la violencia intrafamiliar y los crímenes cometidos en ciudad Juárez que ya arrojan más de 400 víctimas.
Vino nuevamente Salma para dar vida a un monólogo que habla del recuerdo imborrable de esas 400 mujeres desaparecidas. Emocionada hasta las lágrimas, Salma contagió a toda la sala que le tributó un gran, un enorme aplauso.
Dando un giro de 180 grados, vino Stephanie Salas con un abanico de gemidos orgásmicos que le valió carretadas de aplausos no sólo de los espectadores, sino incluso de sus compañeras actrices.
Ya cerca del final, luego de casi dos horas de función, se escuchó nuevamente la voz potente pero emotiva de Jane Fonda, quien junto con Lilia Aragón cerró el espectáculo con Yo estaba ahí, el muy emotivo monólogo sobre el nacimiento.
Sin embargo, el término de la función no acabó con las emociones. Vendría aún Eve Ensler, autora de Los monólogos de la vagina y principal promotora de la celebración del Día V, quien en un fuerte, contundente, y muy emotivo discurso llamó a todos los asistentes a exigir una solución al caso de las mujeres asesinadas en Juárez.
A ella se sumaron discretamente 4 mujeres venidas desde Ciudad Juárez, quienes recibirán para sus respectivas organizaciones, los fondos recabados por esta función.
Motivados, contagiados, sensibilizados por la función y por las palabras de Eve, los más de mil 200 espectadores unieron sus voces en un solo grito que resonó en la sala, salió del teatro y llegó a todo México a través de los medios de comunicación; un grito que contundentemente exigió: ¡Ni una más!