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A 80 años de la muerte del Padre Pro
Carlos Villa Roiz
El proceso de canonización del Padre Miguel Agustín Pro será dado a conocer a detalle durante el congreso anual de la Comisión para las Causas de los Santos de la Arquidiócesis de México. Mayores informes: 5208-3200. Ext. 1913 Están por cumplirse ocho décadas del fusilamiento del padre Miguel Agustín Pro, quien fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de septiembre de 1988.
Este mártir de la persecución religiosa en México es el caso más conocido y mejor documentado de todos aquellos que dieron su vida por Cristo Rey durante el periodo que va de 1926 a 1929, cuando, a causa de la llamada Ley Calles, los obispos mexicanos cerraron los templos.
Miguel Agustín Pro Juárez (1891 -1927) nació en el estado de Zacatecas y su infancia transcurrió en varias entidades del norte del país. Desde joven se comprometió con su padre en la ayuda familiar y a los 18 años formó una banda de música llamada ?La Típica?.
Dos de sus hermanas tomaron el hábito religioso, al tiempo que Miguel decidió seguir el camino del sacerdocio: hizo sus votos en la Compañía de Jesús el 15 de agosto de 1913. A causa de la Revolución Mexicana, tuvo que refugiarse en haciendas cerca de Zamora, Michoacán, en Guadalajara, Jalisco y en Laredo, Texas. Los superiores lo trasladaron a Barcelona, España, y luego a Bélgica, donde fue ordenado el 30 de agosto de 1925.
Miguel Agustín Pro Juárez (1891 -1927) nació en el estado de Zacatecas y su infancia transcurrió en varias entidades del norte del país. Desde joven se comprometió con su padre en la ayuda familiar y a los 18 años formó una banda de música llamada ?La Típica?.
Dos de sus hermanas tomaron el hábito religioso, al tiempo que Miguel decidió seguir el camino del sacerdocio: hizo sus votos en la Compañía de Jesús el 15 de agosto de 1913. A causa de la Revolución Mexicana, tuvo que refugiarse en haciendas cerca de Zamora, Michoacán, en Guadalajara, Jalisco y en Laredo, Texas. Los superiores lo trasladaron a Barcelona, España, y luego a Bélgica, donde fue ordenado el 30 de agosto de 1925.
En Europa enfermó de gravedad: tres veces lo operaron y los superiores dispusieron que regresara a México sin tomar en cuenta la situación política del país. Antes de emprender su viaje de regreso a casa, visitó el santuario de Lourdes, en Francia.
El Padre Pro llegó a México el 7 de julio de 1926, cuando faltaban 26 días para que entrara en vigor la Ley Calles. En noviembre de 1927 la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa lanzó sobre la ciudad de México 600 globos con propaganda religiosa. Acusado de ello, el Padre Pro fue detenido y, posteriormente liberado ante la falta de pruebas.
El Padre Pro llegó a México el 7 de julio de 1926, cuando faltaban 26 días para que entrara en vigor la Ley Calles. En noviembre de 1927 la Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa lanzó sobre la ciudad de México 600 globos con propaganda religiosa. Acusado de ello, el Padre Pro fue detenido y, posteriormente liberado ante la falta de pruebas.
Más tarde fue acusado de haber sido el autor intelectual de un fallido atentado contra el caudillo triunfante de la Revolución, Álvaro Obregón, toda vez que los conjurados: Luis Segura Vilchis, José González, Juan Tirado Arias y Nahum Ruiz, habían comprado al hermano del Padre Pro, Humberto, un automóvil marca Essex, que se ajustaba a las necesidades de aquel complot.
El 18 de noviembre de 1927, los tres hermanos Pro: Miguel, Roberto y Humberto, fueron responsabilizados injustamente del atentado. Segura Vilchis se entregó a la policía y confesó su participación y liberó de toda culpa a los hermanos Pro; sin embargo, fueron fusilados sin juicio previo y a pesar de la obtención de un amparo judicial, y antes de que las autoridades dieran a conocer su investigación, se dictó sentencia ejecutoria.
Varios diplomáticos pidieron clemencia para el Padre, pero Calles pensó que con un escarmiento los católicos se atemorizarían y doblarían las manos. Pero no fue así.
El Padre Pro fue fusilado mientras tenía los brazos en cruz, luego de haber perdonado a sus verdugos. Treinta mil personas desfilaron frente al féretro y más de 500 automóviles acompañaron el cortejo.
El Padre Pro fue fusilado mientras tenía los brazos en cruz, luego de haber perdonado a sus verdugos. Treinta mil personas desfilaron frente al féretro y más de 500 automóviles acompañaron el cortejo.
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