Juan Soriano en el Sumaya

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Autorretrato
1946
Tinta sobre papel
38.6 x 32.4 cm
De la colección de autorretrato que perteneció al ingeniero Marte R. Gómez, hoy en Museo Soumaya

Perpetuo rebelde, para Sergio Pitol; Enfant terrible, para Carlos Monsiváis; Demonio de Ocumicho, Luz de bengala y Espíritu de los bosques para Elena Poniatowska; Niño permanente, Muchacho de mil años, Santo enloquecido para Octavio Paz; Un hechizado vuelto mago a su vez para Alberto Ruy Sánchez, Juan Soriano ha sido apreciado y querido por su figura de hombre libre, cuya obra es expresión de esa libertad.

Museo Soumaya realiza un homenaje a Soriano, a su presencia de artista y amigo con una exposición de pinturas, esculturas y dibujos que refieren a los principales momentos creativos del autor. Primera vocación donde presenciaremos las fuerza de los temas que serán constantes en su producción de autorretratos, como el realizado para el homenaje a Marte R. Gómez en 1946; el excepcional San Jerónimo de 1942 y el que realizara en 1952. Retratos como Diego de Mesa con perro de 1948, además de un buen ejemplo de sus cuadros colectivos: Las bañistas de 1945.

Una selección de obras del llamado periodo abstracto darán cuenta de la afición experimental de Soriano. Cuadros emblemáticos como Apolo y las musas y los dedicados a Lupe Marín, así como las telas llenas de emoción colorística relatan su incursión en la vanguardia pictórica. Aparecen paisajes marinos, peces luminosos, una capilla pletórica de amarillos y rojos. Pintura moderna, soltura, imágenes alucinantes. La no-figuración como camino lúdico y de exaltación libertaria.

Hacia los años setenta veremos en el pintor una vuelta a la figuración con un tratamiento del color como plenitud sin más; color que aspira en sí mismo a una cosmogonía, dice García Ponce y etapa en donde, para muchos, se ha hecho dueño de la pintura: Tres mujeres, Retrato de Marek, y Apolo con peces.

Un aspecto poco conocido del autor y del que podremos disfrutar en esta puesta para el público son sus trabajos realizados para el proyecto Poesía en voz alta que junto con Juan José Arreola, Octavio Paz, Leonora Carrignton y León Felipe ocupó parte de su labor de 1956 a 1963, con diseños para programas, escenografías y vestuarios.

	Engarzando formatos, técnicas, estilos y temas, a lo largo de la exposición tendremos representada aquella actividad que tanto entusiasmó a Juan Soriano: la escultura: La paloma, Dafne, Luna y Sirena, entre otras, jugarán a la ronda en salas de Museo Soumaya y en la nave mayor de Plaza Loreto.

Lo dice bien Juan García Ponce cuando escribe que Juan Soriano pertenece a la categoría, sin clasificación posible, de los pintores absolutamente singulares. Soriano nos legó la figura de un artista sencillo y pleno. Tal vez por ello se sentía ave y Octavio Paz lo descubrió cuando le dijo Pájaro disfrazado de humano. Presentamos algo de los vuelos de este excepcional autor. Ahora, Juan Soriano, el pájaro entumido de ayer, se ha echado a volar…Está en pleno vuelo.