Home / Iglesia Católica / Santos / Cinco Llagas

Cinco Llagas

/
/

DEVOCIÓN A LAS CINCO LLAGAS
 
 
DE JESÚS


No debe ser un vano adorno, la imagen de Jesús crucificado; no debemos contemplarla con indiferencia. Es la imagen de las imágenes  la más santa, la más amable. Cuando estemos en nuestros aposentos, tomemos esa sagrada imagen en nuestras manos, esa imagen, signo de victoria, recuerdo de un amor incomprensible de un Dios enamorado, y besémosla con gratitud y afecto filial

 
Al estar de rodillas ante Vuestra imagen sagrada, oh Salvador mío, mi conciencia me dice que yo he sido él que os ha clavado en la cruz, con estas mis manos, todas las veces que he osado cometer un pecado mortal.

Dios mío, mi amor y mi todo, digno de toda alabanza y amor, viendo como tantas veces me habéis colmado de bendiciones, me echo de rodillas, convencido de que aún puedo reparar las injurias con que os he inferido. Al menos os puedo compadecer, puedo daros gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Perdonadme, Señor mío. Por eso con el corazón y con los labios digo:

A LA LLAGA DEL PIE IZQUIERDO
Santísima llaga del pie izquierdo de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir aquella pena dolorosa. Os doy gracias, oh Jesús de mi alma, porque habéis sufrido tan atroces dolores para detenerme en mi carrera al precipicio, desangrándoos a causa de las punzantes espinas de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad para resarcir mis pecados, que detesto con sincera contrición.
A LA LLAGA DEL PIE DERECHO
Santísima llaga del pie derecho de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena.

Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por aquel amor que sufrió tan atroces dolores, derramando sangre para castigar mis deseos pecaminosos y andadas en pos del placer. Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad, y le pido la gracia de llorar mis transgresiones y de perseverar en el camino del bien, cumpliendo fidelísimamente los mandamientos de Dios.
A LA LLAGA DE LA MANO IZQUIERDA
Santísima llaga de la mano izquierda de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, porque por vuestro amor me habéis librado a mi de sufrir la flagelación y la eterna condenación, que he merecido a causa de mis pecados.

Ofrezco al Eterno Padre, la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude a hacer buen uso de mis fuerzas y de mi vida, para producir frutos dignos de la gloria y vida eterna y así desarmar la justa ira de Dios.
A LA LLAGA DE LA MANO DERECHA
Santísima llaga de la mano derecha de mi Jesús, os adoro. Me duele, buen Jesús, veros sufrir tan dolorosa pena. Os doy gracias, oh Jesús de mi vida, por haberme abrumado de beneficios y gracias, y eso a pesar de mi obstinación en el pecado.

Ofrezco al Eterno Padre la pena y el amor de vuestra santísima Humanidad y le suplico me ayude para hacer todo para mayor honra y gloria de Dios.
A LA LLAGA DEL SACRATÍSIMO COSTADO
Santísima llaga del Sacratísimo costado de mi Jesús, os adoro.
 Me duele, Jesús de mi vida, ver como sufristeis tan gran injuria.
Os doy gracias, oh buen Jesús, por el amor que me tenéis, al permitir que os abrieran el costado, con una lanzada y así derramar la última gota de sangre, para redimirme.

Ofrezco al Eterno Padre esta afrenta y el amor de vuestra santísima Humanidad, para que mi alma pueda encontrar en vuestro Corazón traspasado un seguro refugio. Así sea.
ORACIÓN A LA LLAGA DEL CORAZÓN DE JESÚS
Oh dulcísimo Jesús mío, sea la llaga de vuestro Sacratísimo Corazón mi refugio, mi fuerza y protección contra vuestra justa ira, contra el pecado, y en especial contra el pecado mortal, contra los engaños de la carne, del mundo y del demonio y defensa contra mí amor propio, contra todos los males del cuerpo y del alma.

Sea vuestra llaga sacratísima la tumba donde sepultar mis innumerables pecados, los cuales detesto y aborrezco, echándolos en el abismo abierto de esta santísima llaga, abierta por el amor, para nunca jamás volverlos a ver.
Oh amabilísimo Jesús, por la llaga de vuestro Corazón, concededme una sola gota de esa sangre preciosísima que de él fluye, como prenda de eterno perdón de mis pecados.

En esta llaga profunda, escondedme y guardadme allí como prisionero de amor; allí purificadme, disolvedme, cambiadme en un amante de vuestro Corazón llagado.
Convertidme en otro Corazón de Jesús, para que así no piense, ni diga ni haga nada, sino lo que es de vuestro mayor agrado. Así sea.
 
SALUTACIÓN A LA LLAGA DEL HOMBRO DE JESUCRISTO
Oh amantísimo Jesús, Cordero mansísimo de Dios, yo, miserable pecador, saludo y venero la llaga sacratísima del hombro en que llevaste tu pesada cruz, que desgarró tu carne y descubrió tus huesos causándote un dolor mayor que el de cualquiera otra llaga de tu sacratísimo cuerpo.
Yo te adoro, oh afligidísimo Jesús: te alabo, bendigo y glorifico, y te doy gracias por esta sacratísima y dolorosísima llaga, rogándote por su excesivo dolor y por el enorme peso de tu cruz, tengas misericordia de mí pecador, me perdones todos los pecados mortales y veniales, y me conduzcas al cielo por el camino de tu cruz. Así sea.
Dios mío, mi único bien y mi todo. Vos sois todo para mi, sea yo todo para vos

 

Facebook Comments
  • Facebook
  • Twitter
  • Google+
  • Linkedin
  • Pinterest
This div height required for enabling the sticky sidebar