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La entidad consiguió su cuarto nombramiento luego de que cadetes de la Escuela Naval enfrentaron la invasión de las tropas de EU en 1914.
México, 20 de abril.- Luego de que fue declarada tres veces Heróica, la ciudad de Veracruz consiguió su cuarto nombramiento luego de que los cadetes de la Escuela Naval enfrentaron con entereza y dignidad la invasión de tropas estadounidenses, el 21 de abril de 1914.
Hace 93 años, 13 mil soldados de Estados Unidos se enfrentaron a un grupo de heróicos cadetes, policías, militares y pueblo en general, lo que habla de la desproporcionada defensa de la plaza.
El 21 de abril de 1914, después de un fuerte ataque, los invasores desembarcaron en el muelle y se fueron adueñando de la estación, del hotel y de los edificios de la Aduana y de Correos y Telégrafos.
Sin embargo, no pensaron que iban a tener un enemigo fuerte por su patriotismo, como fue el caso de los cadetes dirigidos por el comodoro Manuel Azueta, encabezados por su hijo José Azueta y un grupo de valientes como Ricardo Ochoa, Virgilio Uribe, Rafael Carreón, Eduardo de la Colina, Jorge Alacio Pérez, entre otros.
Cabe destacar también a Rafael Leycegui, quien presidía el Ayuntamiento, y José Luis Prado, su secretario, que durante los siete meses de ocupación extranjera jamás aceptaron colaborar con los invasores.
Asimismo, resaltaron los maestros encabezados por Delfino Valenzuela, que se negaron a reabrir sus escuelas con regalos que les ofrecían los invasores y, en cambio, continuaron impartiendo sus clases en locales privados y en parques.
Además, destacaron los ciudadanos que se agruparon en una junta patriótica, presidida por Andrés Baca Aguirre y Manuel Zamora, a fin de apoyar a los maestros, cubriéndoles sus sueldos, así como las necesidades de los hospitales y de todos aquellos que requerían auxilio.
La primera vez que Veracruz fue denominada heróica fue por un hecho iniciado en 1823, cuando el ejército español atacó el puerto desde el Fuerte de San Juan de Ulúa.
Esto, pese a que el 24 de agosto de 1821 el último virrey de la Nueva España, Juan de O´Donojú, y el emperador Agustín de Iturbide, habían firmado los Tratados de Córdoba, con los cuales se reconocía la Independencia de México.
Pese a ello, el comandante español José Dávila desconoció ese acuerdo y desde el 25 de septiembre hasta el 13 de octubre de 1824 se atacó al puerto.
Sin embargo, el general Guadalupe Victoria dio el mando de la plaza al general Miguel Barragán, quien ocupó la Isla de Sacrificios y formó una escuadra comandada por Pedro Sáinz de Baranda que sitió San Juan de Ulúa hasta su capitulación, lo cual sucedió el 18 de noviembre de 1825.
Así, el 29 de julio de 1826 se le concedió a Veracruz el primer título de ciudad heróica.
El segundo nombramiento fue en 1838, cuando las tropas al mando del general Antonio López de Santa Anna lograron que fuerzas francesas se retiraran del lugar, luego de la fuerte invasión y ataque al Fuerte de San Juan de Ulúa.
En aquellos años hicieron crisis las reclamaciones francesas presentadas contra México en distintas épocas, que en su mayoría eran injustas y exageradas, pero las cuales los gobiernos mexicanos no atendieron debidamente por la vía diplomática.
Así, a principios de 1837 ya se esperaba la llegada a Veracruz de buques de guerra franceses provenientes de las colonias de ese país, en las Antillas.
El 22 de marzo del año siguiente el mariscal Deffandis lanzó un ultimátum para que el gobierno mexicano pagara una indemnización por los daños y perjuicios causados a sus connacionales, cantidad que debía pagarse a más tardar el 15 de mayo.
Cuando la situación estaba en su punto más grave, finalmente las fuerzas francesas se retiraron y en el muelle donde meses antes habían desembarcado, fueron alcanzados por Santa Anna, éste recibió un impacto de bala y perdió una pierna.
Furioso por el fracaso y queriendo vengar la muerte de ocho soldados y a los 60 heridos, el mariscal Baudin ordenó el ataque sobre la ciudad, tanto de los buques como de la propia fortaleza que había estado en su poder, realizándose una defensa heróica.
En 1847, luego de las propuestas de compra de territorio por parte de Estados Unidos y de las presiones impositivas para modificar la línea divisoria entre México y aquel país, se dio una de las invasiones más sangrientas y atroces que haya registrado la historia de México, resumida en 10 meses de bloqueo y cinco días de ataque.
Empero, en medio de esa situación, hubo proezas dignas del valor de los mexicanos como la hazaña del teniente de la Armada Nacional, Sebastián Hoizinger, situado en el Baluarte de Santa Bárbara para hacer frente a los invasores, y de un oficial valiente de nombre Francisco Vélez.
Según relatos históricos, en este duelo de artillería el teniente Holzinger estuvo haciendo fuego en forma certera, pero cuando se agotaban las municiones corría a proveerse a otros baluartes para reanudar la lucha.
En un momento dado, una bala del enemigo dio en la driza de la bandera, la cual vino al suelo junto con Hoizinger.
El teniente, una vez levantado del golpe y exponiendo su vida, subió al parapeto para alzar de nuevo el lábaro, acto heróico en el cual lo ayudó Francisco Vélez, un joven subteniente de la Guardia Nacional de sólo 16 años de edad.
Luego de esas agresiones de los foráneos, Veracruz recibió por tercera vez el título de Heróica.
