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El Método Gronholm


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TEATRO  CONTEMPORÁNEO.

 

Pedro Casanova & Guillermo Romero

“No buscamos una buena persona que parezca un hijo de puta, lo que necesitamos es un hijo de puta que parezca buena persona”

La lucha despiadada por conseguir un trabajo, es vista con humor y muchas sorpresas en esta obra de teatro

 

 

 

Ya cumplió sus primeras 200 representaciones esta interesante obra teatral cuyo título en principio no dice gran cosa acerca de lo que trata, pero que poco a poco ha ido ganando la preferencia del público gracias a lo original de su tema, a un buen reparto y una adecuada dirección de actores que al final de la representación, deja al espectador con un buen sabor de boca, a pesar del tema que es bastante cruel y doloroso.

La acción se desarrolla en una funcional oficina de una empresa, donde cuatro aspirantes a un puesto deberán pasar las últimas pruebas para finalmente, uno de ellos quedarse con el puesto. Son tres hombres y una mujer quienes se enfrentan ferozmente entre sí para poder obtener el trabajo anhelado. Sin embargo, la primera vuelta de tuerca de las muchas que contiene la obra, es cuando se sabe que uno de los cuatro en realidad es un empleado de la compañía y al cual tendrán que descubrir.

Cada uno de los personajes se encuentra muy bien construido, pero cuando aparentemente sabemos todo sobre ellos, aparecen nuevas revelaciones que van complicando la trama hasta entrar en un extraño delirio en el cual todos sospechan de todos, para finalmente llegar a un insólito final que nadie se imagina, dejando sorprendido a todo el mundo.

Roberto Blandón, Emilio Guerrero, Martín Altomaro y Ana Karina Guevara, son los histriones de esta puesta en escena bien dirigida por Tony Castro, quien últimamente se ha anotado varios triunfos entre los cuales podemos destacar Las obras completas de Shakespeare y  1822, el año que fuimos imperio. El director ha sabido dar el ritmo exacto que la obra requiere, además de permitir el lucimiento de cada uno de los actores, todos los cuales tienen su momento para emocionar o de plano hacer que el público suelte la carcajada.

Una obra que por sus muchos méritos, no hay que perderse y que recomendamos ampliamente.

OCESA dice:

Festeja 200 representaciones “El Método Gronholm”.

Héctor Bonilla y Tiaré Scanda, padrinos de la celebración.

“Buenísima… y no cuentes el final”, se ha convertido en la frase con la que se recomienda de boca en boca El Método Gronholm, que poco a poco ha ido ganando público hasta convertirse en uno de los montajes más exitosos de la cartelera teatral. Tanto, que ha celebrado en grande sus primeras 200 representaciones.

Y para una puesta en escena inteligente, profunda y con un gran sentido del humor, que mejor que unos padrinos a la altura: Héctor Bonilla y Tiaré Scanda.

El Método Gronholm es una obra que habla del mundo de hoy, de la sociedad de hoy y por ello es una puesta en escena en la que cualquier persona puede verse reflejada.

Escrita por Jordi Galcerán El Método Gronholm habla de la crueldad de las relaciones laborales. Y lo hace tomando como excusa uno de los procesos más duros que se viven en ese ámbito, y al que casi todo mundo, en algún momento, se ha visto sometido: una selección de personal.

Seguramente por el tema, la empatía que la obra logra con el público es absoluta, y prueba de ello es la gran aceptación que ha tenido en diversas partes del mundo, lo que la ha convertido en el mayor éxito de los últimos años.

La anécdota de El Método Gronholm es simple: los últimos cuatro candidatos a obtener una plaza de alto ejecutivo en una importante empresa multinacional son reunidos para ser sometidos a las pruebas finales del proceso de selección. Unas pruebas que, rayando en lo absurdo, nada parecen tener que ver con el puesto de trabajo en sí.

Las situaciones, que empiezan siendo cómicas, poco a poco van tomando un matiz diferente, hasta convertirse en una prueba de resistencia, dominio, poder y supervivencia, en la que ningún ser humano quiere perder.

La idea de El Método Gronholm nació de una anécdota real: en un bote de basura en Barcelona, se encontraron una serie de documentos en los que un empleado del departamento de personal de una cadena de supermercados, había anotado sus impresiones sobre las aspirantes a un puesto de cajera. Los comentarios, totalmente ajenos al ámbito laboral, estaban llenos de frases machistas, xenófobas y crueles, como: “gorda, tetuda”, “naca, no sabe ni dar la mano”, “parece idiota”.

El hecho de tener en sus manos el poder para darles o no un empleo, parecía otorgar a ese ejecutivo el derecho de juzgar y calificar, en todos los aspectos, a las aspirantes. Lo mismo ocurre en todos los lugares.

Bajo el aspecto de una comedia, El Método Gronholm es una obra fuerte, llena de ironía, acidez y de humor negro, en la que cuatro personajes se enfrentan sin piedad por derrotar a sus contrincantes. En la relación que se establece entre ellos, no hay el más mínimo espacio o concesión para el sentimentalismo.

Roberto Blandón, Ana Karina Guevara, Anilú Pardo, Emilio Guerrero, Miguel Rodarte y Martín Altomaro, quienes alternan funciones, dan vida a este cuarteto dispuesto a hacer lo que sea, LO QUE SEA, por conseguir un empleo.

Se trata de cuatro actores con una sólida y versátil carrera que abarca todos los medios (teatro, cine y televisión) y los más diversos géneros (comedia, melodrama, tragedia, pieza, musical). No por nada fueron seleccionados para esta puesta en escena, que exige de sus intérpretes una maleabilidad asombrosa, pues los lleva de un sentimiento a otro, de una actitud a su opuesta, de un tono dramático al contrario en cuestión de segundos.

Y para proyectarlo como la obra lo requiere, la dirección de escena está a cargo de Antonio Castro, quien tiene en su haber importantes montajes de la cartelera mexicana de los últimos años: Las obras completas de William Shakespeare (abreviadas),  1822, el año que fuimos imperio, Las bodas del cielo y el infierno o El capote; además de otros múltiples, variados y siempre reconocidos trabajos.

El diseño de la escenografía y la iluminación son de Sergio Villegas, quien es también el diseñador de la escenografía y la iluminación  en Orgasmos, la comedia y De Madres, también producidas por esta misma empresa; la adaptación del texto es de Älvaro Cerviño.

El Método Gronholm es un espejo en el que todo mundo puede verse, pues ya sea en el trabajo, en la escuela, en la calle, e incluso en la “tranquilidad” de la vida familiar, los seres humanos ejercemos algo de lo instintivo, de lo animal que por naturaleza tenemos, para lograr lo que queremos, para vencer a los demás, para ganar, para sobrevivir… para vivir en este mundo salvaje.

 

Ciudad de México, 26 Noviembre 2005.

 

Reparto

Roberto Blandón, Ana Karina Guevara, Anilú Pardo, Emilio Guerrero, Miguel Rodarte y Martín Altomaro. (alternan funciones). 

                     

 

 

 

Autor

Jordi Galcerán.

 

 

Dirección

Antonio Castro.

 

 

Producción

Federico González Compeán y Morris Gilbert.

 

 

Diseño de escenografía e iluminación

Sergio Villegas.  

 

Teatro Sala Chopin,  Av. Älvaro Obregón  302, entre Sonora y Oaxaca, Colonia Roma

Funciones: Jueves 8:30 p.m.; Viernes: 7:30 y 9:30 p.m.; Sábado 6:00 y 8:00 p.m.;

Domingo: 5:30 y 7:30 p.m.

Tel:      5207-1498  y  5553-8823

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