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Daños al Patrimonio


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El Icomos exigió al Gobierno del DF que el inmueble que estaba en Regina 97, derribado para albergar a ambulantes, sea restituido

Piedra por piedra, columna por columna. Así exige el comité mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) al Gobierno del Distrito Federal, que sea reconstruido el inmueble que estuvo ubicado en el número 97 de la calle de Regina.

El edificio era el mejor conservado de los 14 que fueron derribados en octubre pasado para reubicar a comerciantes ambulantes.

Construido en la misma época que la casa de los Condes de Calimaya (siglo XVIII), actual sede del Museo de la Ciudad de México, el desaparecido inmueble ?a diferencia del ubicado en Pino Suárez? conservaba las puertas, la herrería y la viguería originales. No tenía modificaciones ni en su fachada ni en su interior.

El arquitecto Javier Villalobos, presidente de la Junta Directiva del Icomos Mexicano, dijo en entrevista que con la reconstrucción del edificio colonial, el Gobierno del Distrito Federal pondría el ejemplo en el cumplimiento cabal de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (vigentes desde 1972), cuyas sanciones no se han aplicado en 36 años, y que en la actualidad ?es una broma, no la respeta ni la autoridad.?

?Este edificio fue propiedad del GDF. A través del Fideicomiso del Centro Histórico lo vendió a un particular para que lo restaurara. En el documento notarial el gobierno advierte que el edificio es un monumento. El propietario fue al Instituto Nacional de Antropología e Historia a buscar asesoría. Finalmente se lo expropiaron y lo demolieron.?

Al arquitecto le cuesta trabajo creer que en su organigrama, delegaciones con patrimonio histórico como Cuauhtémoc y Coyoacán, no tengan un experto en restauración de monumentos.

Le extraña que la Dirección de Sitios Patrimoniales y Monumentos de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del GDF no haya hecho un dictamen sobre los monumentos.

Aplaude la reubicación del comercio ambulante, pero advierte que si no se asegura el éxito comercial, los vendedores volverán a salir a la calle.

?En cada predio debe haber un arquitecto. Hay que zonificar, poner instalaciones sanitarias, una administración, una fachada. No hay que dejar que la calle se vea como dentadura incompleta.?

Respecto a la reacción de Icomos ante los derribos, Villalobos precisó que el consejo no tiene la facultad de sancionar. Sus expertos sólo aconsejan respecto al cuidado del patrimonio cuando se les requiere.

?Fue malo lo que hizo el Gobierno de la ciudad, pero tampoco fue buena la actitud del INAH. Si su director hubiera ido a buscar a Marcelo Ebrard, se pudo haber cancelado la demolición.?

El arquitecto invitó al INAH a dejar la posición de un vigilante pasivo de la normatividad y ubicarse en la de un activo promotor del cuidado del patrimonio.

?El instituto debe convertirse en un auténtico promotor de ese patrimonio abandonado y al borde del colapso. Si un camión chocó y dañó un puente en un pueblo, el Instituto debe ir a buscar al presidente municipal y plantearle la consolidación. No es así. Espera a que llegue la autoridad, y a lo mejor no llega.?

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